Imaginándonos a diez pasos de traspasar la barrera digital. Imagen morgueFile |
¿Qué o
cómo somos para otros en la Red? Importante reflexión que deberíamos
hacernos siempre, antes de publicar cualquier información, artículo, opinión,
imagen o enlace compartido. Toda una versión 3.0 de aquella frase grabada a
fuego que resumía: “dime como hablas y te
diré quién eres”, un sello en la frente de cada una de las personas en el
momento de ser escuchadas por primera y tal vez, en cuanto al interés, por
última.
Decía un ponente en una sesión de
formación a la que asistí hace algún tiempo, que el hecho de publicar en la Red
por ejemplo, con faltas de ortografía, es una declaración manifiesta de
inconsciencia ante los que pretendíamos, iban a ser nuestros lectores. Esa
simple irreflexión, que pudo maquillarse externamente aplicando el corrector
ortográfico, la considero la primera huella a evitar dejar en nuestras
publicaciones, para ser mínimamente atendidos. Nos compete a uno mismo decidir cómo
se cuentan las cosas y dentro de ese ‘cómo’, la grafía tiene su primer paso.
La RAE define el término ‘reputación’, como la “opinión o consideración en que se tiene a
alguien o algo”, así como el “prestigio
o estima en que son tenidos ese alguien o algo”. De conseguir evitar el
error ortográfico tratado en el segundo párrafo, le abriríamos la puerta de par
en par a estas dos acepciones de un sustantivo que nos va a posicionar la Red,
dando entrada al siguiente apartado, ‘de qué forma nos vamos a manifestar.
En la identidad digital
formalizamos un cúmulo de información personal de cara al mundo, ofreciendo datos
personales, imágenes, registros, noticias, comentarios, etc., generando la consideración
social que quienes nos leen tienen de nuestro espacio en la Red.
Formar en Redes a nuestros
educandos es hacerles entender cómo van a ser señalados y/o reconocidos de
forma cordial, a partir de una identidad que aparte de valiosa, es ante todo
subjetiva, al tratarse de experiencias personales. Cada vez que se muestran en
la Red, generan una referencia hacia sí mismos, construyendo lo que otros
opinan que somos sin ni siquiera hacernos participar. Todo ello va a provocar
siempre consecuencias, al generalizarse una información (acción) que genera
efectos (reacción) y no siempre esa información va a generar una opinión
positiva de nosotros mismos, al poderse tratar en de una forma desacertada o
intrascendente. (Fuente OCDE).
Comprendido y aceptado, sólo
faltaría decir: “pasen y participen, estamos deseando escucharles”.
Como bien dice un proverbio chino "más vale un imagen que mil palabras". Hoy en día, cuando escribimos en cualquier red social o subimos cualquier foto, estamos dando una imagen bastante real de nosotros mismos. Esa huella que dejamos es lo que los demás ven de nosotros, y permite a los demás hacerse una idea de como somos, cuales son nuestras inquietudes, etc., lo que puede influir hasta en la consecución de un trabajo. Así que, educar es el camino.
ResponderEliminarSe podría decir que la publicación de textos, fotografías y vídeos en Internet es casi comparable a la publicación de artículos en periódicos y revistas, libros o a la emisión de noticias y programas de televisión. De la misma manera que los redactores comprueban el producto antes de hacerlo público, sin duda debemos hacer lo mismo con nuestras publicaciones en las redes sociales, por respeto al público que tenga acceso a las mismas y por la imagen que de nosotros puedan hacerse.
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